Llevamos décadas “desarrollándonos” como país, batallando
con la política que fue acaparada en su mayoría por el PRI, simulando que hay
elecciones y que en nuestra cultura política como mexicanos siempre hay un
pequeño grupo descontento.
Hay una cuestión importante en este sexenio, puesto que
el 2014 fue marcó a una generación y fue el peor año por Tlatlaya, Ayotzinapa,
la casa blanca y Malinalco, la sociedad estuvo indignada con el gobierno por
medio año y posteriormente, todos olvidaron estos hechos.
Agregando que es más que claro que en nuestro país ningún
partido político está exento de que se pueda infiltrar el narco en sus filas y
por esta razón y más partidos políticos están marcados por una mala trayectoria
ya que no cumplen con las cuestiones mínimas de transparencia y rendición de
cuentas.
El mexicano está frustrado por el poco interés del presidente
sobre la crisis social, política y el crimen organizado del país, está
desatando un movimiento de protestas por una sociedad cansada de violencia e
impunidad y sobre todo, que exige acciones claras y contundentes antes los
diferentes sucesos en México y que hoy ante los distintos continentes seguimos
siendo “el mismo pueblo que anda a burro y arregla sus problemas a balazos” en
este caso la matanza de 43 estudiantes sin resolver, recordando que no es la
primera.
De este modo, deberíamos cuestionarnos ¿Qué clase de país
es México? Si no hay justicia, si mata a sus estudiantes en lugar de ayudarlos
y que fueron arremetidos por la policía, hoy carece la población de confianza a
un gobierno que interviene en una mansión de alto precio y dejó atrás a Iguala
con un foco de inseguridad y violencia, sin escuchar las voces de la sociedad.
Finalmente México está cansado de tanta impunidad, pero
solo la sociedad puede hacer el cambio necesario.
Por Mitzi Pulido Tzompa
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